Calma

Inselfmindfulness os presenta ejercicios fáciles de hacer en vuestra rutina de cada día para practicar el entrenamiento en mindfulness y así extender el estado de presencia en todo lo que hacemos. Estos ejercicios se pueden hacer a cualquier hora del día. Os ayudarán a vivir el momento, reducir la ansiedad y el estrés, en definitiva a tener una mente sana.

PASEO CONTEMPLATIVO

No siempre notamos en nuestra vida diaria las cosas positivas y agradables que nos rodean y eso hace que nos perdamos muchas ocasiones de tener experiencias y emociones positivas.

Esta práctica nos ofrece la oportunidad de notar conscientemente todo lo bueno que nos rodea, sin dejarlo pasar y tomarlo por descontado. Consiste en caminar durante 30 minutos al menos una vez por semana, prestando atención consciente a todas las cosas positivas alrededor, tantas como puedas: imágenes, sonidos, olores u otras sensaciones.

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STOP – RESPIRA

Una práctica corta, diseñada para traerte al momento presente usando la respiración como ancla. Haz esta pausa cada vez que te sientas confundido o estresado o simplemente quieras salir del piloto automático.

EL SONIDO Y EL SILENCIO

Dirigir la atención a los sonidos es una manera de dejar que la mente permanezca en el presente.

Esta práctica nos permite distinguir las sensaciones auditivas de las historias que nuestra mente elabora sobre ellas (interpretando, etiquetando y juzgando lo que oímos).

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BODY SCAN

Esta práctica consiste en focalizar la atención de forma sistemática en diferentes partes de tu cuerpo, desde los pies hasta tu cara. Está diseñado para ayudarte a desarrollar la consciencia de las sensaciones corporales, soltar tensión y desenganchar la atención de la corriente de pensamientos.

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post_calma
Píldora calma: respiración
La respiración lenta y profunda tiene un efecto tranquilizador al reducir la frecuencia cardíaca y activar el sistema nervioso parasimpático (calmante).
compasion
PAUSA DE AUTOCOMPASIÓN
Las situaciones difíciles se hacen aún más duras cuando nos criticamos a nosotros mismos, interpretándolas como un signo de que somos inadecuados o nos comparamos con otros. Una respuesta más sana es sustituir la crítica por comprensión y compasión.